Prueba de seguridad y colisión en ambulancia. La importancia de un rescate seguro

Los vehículos de emergencia deben tener características específicas: tienen que ser funcionales, prácticos, equipados con todos los dispositivos necesarios para ayudar mejor al paciente. Pero hay un aspecto que no siempre se tiene en la debida consideración: deben observar escrupulosamente las normas de seguridad durante la construcción, la gestión y el mantenimiento, con una adecuada certificación en el lado de las recepciones y del las pruebas de choque porque no debemos olvidar que aunque una ambulancia es un vehículo de rescate puede verse involucrado en accidentes de tráfico.
Para citar un dato disponible para Italia, en 2017 los accidentes de tráfico con vehículos de emergencia fueron 159 y causaron 110 heridos y 10 muertos. El cumplimiento de los criterios legales para la construcción y equipamiento de los vehículos utilizados para el transporte y rescate de personas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La seguridad del paciente durante el transporte médico es objeto de una Recomendación específica del Ministerio de Salud desde 2010: una directiva que categoriza los distintos tipos de transporte e identifica las acciones para evitar la muerte o daños al paciente durante el transporte, incluida la adecuación del equipo y de los dispositivos.

La legislación en Italia

El diseño y equipamiento de los vehículos de emergencia en Italia se rigen por dos normas técnicas específicas «armonizadas» a nivel europeo:

• UNI 1789 para ambulancias y vehículos de emergencia.
• UNI 1865 para dispositivos y equipos de transporte médico, como camillas y soportes para camillas.

UNI 1789 establece los tipos de ambulancias y sus equipos según el uso previsto, mientras que UNI 1865 describe el equipo de transporte y cómo deben construirse y configurarse tanto para la seguridad del paciente como para reducir el esfuerzo de los operadores.
En este contexto, las pruebas adquieren una importancia considerable, porque permiten establecer científicamente la conformidad de los equipamientos y dispositivos con las normas de seguridad.

La pruebas de choque en ambulancias, el ejemplo de EE. UU.

En los últimos años, las pruebas previstas para ambulancias también se han vuelto más estrictas en Estados Unidos: cada vez más organismos, empresas gubernamentales, fabricantes se están ocupando de este aspecto. En EE.UU., la colaboración entre NIOSH (Institución Nacional para la Seguridad en el Trabajo), SAE (Sociedad de Ingenieros Automotrices) y algunos fabricantes está activa para crear protocolos para la implementación de pruebas de choque. Protocolos relativos a la resistencia a los impactos contra otros vehículos, la protección de los operadores y del paciente.
Si por un lado solo podemos alegrarnos de esta sensibilidad tan generalizada, por otro lado es bueno recordar que la seguridad en los vehículos de emergencia también y sobre todo depende de los dispositivos y equipos instalados en su interior, en primer lugar las bancadas.

Pruebas de choque y certificaciones en Italia

¿Quién certifica ambulancias y equipos? En el caso de una ambulancia, es el carrocero quien certifica la seguridad y el cumplimiento de la normativa. En el caso de UNI 1865 y por lo tanto del equipo, es el fabricante quien proporciona las aprobaciones y certificaciones que deben certificarse mediante pruebas y recepciones. En particular, la legislación exige que cada equipamiento sea probado 10g, es decir, capaz de soportar tensiones iguales a 10 veces su peso a una velocidad de 36 Km por hora. En el caso de camillas y bancadas, las pruebas también permiten evaluar la no deformabilidad, la ausencia de aristas vivas en caso de accidentes y el correcto anclaje del paciente.

Una cultura de recepciones y pruebas de choque es un paso importante hacia equipamientos y dispositivos que cumplen plenamente con la legislación europea. Solo así se puede garantizar al paciente su derecho a un transporte seguro. Por otro lado, incluso los Organismos y los operadores deben exigir el más estricto cumplimiento de la ley, también para proteger su propia profesionalidad: los equipamientos no probados o no aprobados pueden responsabilizar a los operadores por accidentes y poner en riesgo la cobertura del seguro.